abr 03 2023

La sostenibilidad, uno de los grandes retos del sector logístico en el 2023

Cada vez son más los particulares, empresas e instituciones que muestran su firme compromiso con la sostenibilidad y el cuidado de nuestro medioambiente. Pero, ¿en qué se traduce ese compromiso? ¿Se traslada a acciones reales que beneficien directamente a nuestro planeta? La respuesta a estas preguntas supone un verdadero quebradero de cabeza para todos aquellos que de verdad están concienciados de la necesidad de proteger nuestro entorno y muy especialmente, para las empresas del sector de la logística.

En un contexto económico en el que la subida de la inflación, los costes de la energía o los combustibles han llevado al sector del trasporte a una crisis sin precedentes, el sector logístico ejerce un papel protagonista, que conlleva el gran reto de conseguir ahorrar en costes al tiempo que se ejerce una logística cada día más sostenible.

El auge del comercio online ha revolucionado el sector del trasporte, que no solo debe ser mucho más eficaz, sino que ha de dar respuesta al aumento de la conciencia ecológica y medioambiental de los compradores online, que demandan opciones de reparto respetuosas con el medio ambiente.

En este sentido, el sector de la logística también debe adoptar este compromiso y los grandes desafíos que ello supone para su actividad. Muestra de la importante transformación a la que todavía se ha de enfrentar nuestro sector son los datos que concluye el estudio de la consultora Simon-Kucher & Partners, que recoge que, si bien el 55% de las empresas europeas consideran la sostenibilidad de alta relevancia (64% en los países del sur de Europa, 55%, en los del sur de Europa y 44% en los países de Europa occidental), la mayoría de los encuestados centra sus iniciativas de sostenibilidad en reducir las emisiones de gases contaminantes que producen.

Sin embargo, cuando se trata de seleccionar un proveedor de servicios logísticos, solo el 31% considera que este tema es muy importante (el 34% en Europa Central, el 36% en el sur de Europa o el 25% en Europa occidental).

El estudio concluye que muchas empresas del sector del mundo logístico, a día de hoy, ya tienen objetivos de emisiones en línea con el Acuerdo de París, sin embargo pocas han definido los compromisos económicos que conllevan estos objetivos y por lo tanto, no queda claro quien asumirá el sobre coste final. Por todo ello, el informe destaca que las medidas para reducir las emisiones en la logística no son suficientes para lograr la neutralidad de carbono, ya que las empresas del sector no saben qué medidas concretas y factibles se han de tomar. Por otra parte, tampoco está claro si el mercado está preparado para asumir soluciones logísticas costosas, aunque sean verdaderamente beneficiosas para el medioambiente. Por lo tanto, el reto es diseñar unos objetivos claros y asumir de forma productiva soluciones logísticas sostenibles.

 

Un reto global

 

El acuerdo de París de 2015, firmado en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se centra en la reducción de emisiones de carbono a la atmósfera y más concretamente, en conseguir la neutralidad de carbono en el año 2050. Para conseguirlo, se necesita financiación y la tecnología adecuada, así como la colaboración con los países más vulnerables o en vías de desarrollo. Unos ambiciosos objetivos en los que se han de implicar no solo la industria logística sino cada persona, empresa, estado, administración pública e institución. Esta necesidad de implicación de todas y cada una de las partes afectadas por el cambio climático, se ve reflejada, por ejemplo, en las preferencias de los compradores online. A pesar de afirmar mayoritariamente que están comprometidos con la reducción de los gases de efecto invernadero, en España solo el 5% de los usuarios estaría dispuesto a utilizar taquillas inteligentes o a instalar casilleros de reparto en las comunidades de vecinos, lo que reduciría en un 63% las emisiones de CO2.

 

La falta de conocimiento de las administraciones públicas sobre la casuística del reparto urbano y la ausencia de criterios y planificación de espacios en el ámbito urbano para las actividades logísticas tampoco facilitan la sostenibilidad del sector. En un contexto de crecimiento de las actividades comerciales que requieren de entregas urbanas, acentuado por el ecommerce, es necesario un cambio de paradigma en el que no solo se responsabilicen los actores logísticos y los clientes de las iniciativas sostenibles, sino también las administraciones, que deberán poner en marcha una red de distribución urbana que de respuesta a las necesidades del nuevo comercio y de la logística que lo hace posible.

 

Aprovechamiento de los recursos para proteger el planeta

 

La mejora de la organización interna de las empresas logísticas y el aprovechamiento óptimo de los recursos es calve para conseguir un sector más sostenible. Además, no solo se conseguiría ahorrar combustible sino también importantes ventajas medioambientales, como la reducción de las emisiones de CO2 y por tanto la huella de carbono.

 

Dentro del sector logístico decisiones tan habituales como la elección de uno u otro material para realizar el transporte pueden marcar la diferencia. Un claro ejemplo de ahorro de combustible sería la elección de palets de plástico reutilizado frente a palets de madera. Las características y propiedades del plástico, mucho más ligero que la madera, se traducen en un considerable ahorro de carburantes y por tanto, de emisiones contaminantes.

Por otra parte, la integración de procesos sostenibles, especialmente en el transporte de “última milla”, como la geolocalización, la gestión de stocks, flotas y rutas o la inversión en pequeños vehículos cero emisiones, pueden suponer pasos de gigante para conseguir los objetivos de París.

 

En resumen, la sostenibilidad no es un capricho ni una moda. Salvar al planeta es una necesidad urgente que se conseguirá con un esfuerzo conjunto de gobiernos, empresas, consumidores, ONGs e instituciones de todo tipo.

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