mar 07 2023

Transporte a temperatura controlada: el mejor garante de tus productos

La calidad, propiedades y buen estado de conservación de la gran mayoría de los productos que comemos o aquellos que provienen de la industria farmacéutica o química depende del transporte de mercancías y más concretamente, del transporte a temperatura controlada. Es la única garantía de que los productos mantendrán su temperatura durante todo el proceso de suministro, desde que salen del almacén hasta que llegan a su destino o punto de venta, sin romper ni un solo eslabón de la cadena del frío. De esta forma, se evita la multiplicación de microorganismos que pueden deteriorar la mercancía, manteniendo así su seguridad y todas sus propiedades. Tanto para el proceso de recogida como para la entrega en destino, se necesitan vehículos que se ajusten al intervalo de temperatura que necesita cada producto. Son los llamados vehículos ATP (Acuerdo Internacional de Transporte de Mercancías Perecederas), que siempre van acompañados de equipos frigoríficos acordes al espacio de la caja de dicho vehículo.

El origen de este tipo de transporte se remonta a 1938, cuando aparece en el mercado la primera unidad de refrigeración de transporte mecánico. Un dispositivo de enfriamiento portátil, que utilizaba el motor del vehículo para obtener la energía. Fue toda una revolución para el transporte de productos perecederos y supuso el principio del fin de un periodo en el que el uso del hielo y la sal eran el único método para conseguir que las mercancías llegaran a destino de la mejor forma posible.

Desde este momento, el transporte refrigerado ha crecido de forma exponencial y se ha extendido no solo a los alimentos perecederos sino también a los productos químicos y farmacéuticos. En 75 años ha avanzado vertiginosamente sumando innovaciones en vehículos diésel o controles de temperatura de arranque y parada.

 

Características del trasporte a temperatura controlada

 

La primera y fundamental característica de este tipo de trasporte es que debe de respetar la cadena de frío en todo momento. Un factor especialmente difícil en los intercambios de operaciones, como en la carga y manipulación de la mercancía de la empresa al camión o del camión al almacén de destino. Una bajada o subida de temperatura de tan solo uno o dos grados puede ser nociva y por tanto, se debe evitar en todo momento.

Estos vehículos deben ser capaces de cargar grandes cantidades de productos respetado las condiciones de temperatura, al tiempo que cumplen toda la normativa legal, nacional e internacional, del trasporte de mercancías.

En cada transporte el vehículo debe respetar el rango de temperatura que necesita cada alimento y evitar que superen o bajen dicha temperatura. Los camiones deben contar con un sistema frigorífico que produzca el frío necesario para conservar la temperatura de la caja entre los 12 grados y los menos 20 en función del alimento (por ejemplo, la leche debe estar a unos 6 grados, la carne blanca a unos 4 grados los ultracongelados a menos 19 grados) y la clase de vehículo.

Además, también deben tener paredes aislantes que deberán certificar en las sucesivas revisiones (generalmente cada 6 años) para que cumplan con las normas de la ATP.

Es fundamental que el producto esté bien embalado y separado y que se use un contenedor específico según el uso. El embalaje es clave para evitar que los alimentos se muevan y se dañen. Por tanto, el vehículo debe contar con elementos de fijación como cintas, cinchas y elementos de amortiguación como plásticos, papel de envolver palos, cajas de cartón o papel de burbuja.

En el caso de frutas y verduras, que fácilmente se oxidan y caducan, se dispondrán de manera que estén ventilados, sin cubrirse del todo y con embalados impermeables.

Otra garantía para que los productos lleguen a destino intactos es un sistema de refuerzo basado en el doble etiquetado. Así se evitan problemas en el control de flujos de temperatura, pues la persona que manipulará la mercancía sabrá siempre el rango de temperaturas en el que debe trabajar.

El transporte a temperatura controlada se debe llevar a cabo lo más rápido posible para evitar cambios de temperatura. El preenfriamiento de los vehículos se realizará antes de comenzar la carga, hasta alcanzar una temperatura igual o ligeramente más alta que la temperatura del rocío del aire de la zona de carga, para que no se generen condensaciones y que el interior del vehículo alcance una temperatura adecuada al tipo de producto que se va a transportar. Para verificar esta temperatura óptima, los vehículos incorporan un dispositivo o registrador de temperatura en el lugar de mayor temperatura de su cubículo de almacenaje.

Finalmente, las puertas de los vehículos nunca deben abrirse hasta el mismo momento de la carga o descarga, para garantizar que la entrega se realizará sin modificar las propiedades y calidad del producto.

 

Tipos de vehículos de temperatura controlada

 

No todos los vehículos son adecuados para el trasporte de productos perecederos. Por tanto, si queremos garantizar la buena conservación de la mercancía, deberemos optar por uno de estos cuatro tipos, según las necesidades de aquello que vamos a transportar:

  • Vehículo isotermo. Cuenta con un habitáculo dotado de paredes, puertas, techo y suelo aislantes que hacen que se reduzca considerablemente el intercambio de calor entre el interior y el exterior.
  • Vehículo refrigerado. Es un vehículo isotermo que permite disminuir la temperatura del interior del habitáculo y de conservarla para una temperatura exterior media de entre 30 y – 20 grados.
  • Vehículo frigorífico. Este tipo de vehículo isotermo cuenta con un dispositivo de producción de frío, que permite reducir la temperatura interior y mantenerla siempre dentro del intervalo de entre 12 y -20 grados.
  • Vehículo calorífico. En este caso, dispone de un dispositivo que genera calor y que permite aumentar la temperatura interior, manteniéndola durante 12 horas, aproximadamente, a una temperatura constante y nunca por debajo de los 12 grados.

 

Uno de nuestros servicios más demandados por los clientes es el transporte en frío. Disponemos de una flota especializada en transporte refrigerado, que está activa y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.

El transporte con temperatura controlada es un servicio con logística ad hoc, es decir, un transporte hecho a la medida de cada cliente, cumpliendo con el tiempo establecido. La flota de transporte refrigerado de Asmen cubre todo el territorio nacional, velando por que no se rompa la cadena del frío.

Share Post