mar 15 2023

Packaging: El mejor seguro de tus productos, un buen embalaje

La generalización del comercio online ha multiplicado exponencialmente el envío de productos en todo el mundo y con él el auge de las cadenas de logística y más concretamente, la importancia de un buen packaging. El embalaje, paquete o envase de un producto se ha convertido en un valor clave en la cadena de valor de la logística de cualquier empresa que quiera ser competitiva. No se trata de guardar productos en un paquete más o menos bonito, sino de garantizar que la mercancía se traslade de forma segura, eficiente y lo más económica posible. El packaging es el factor fundamental para que un producto se transporte de forma adecuada, evitando golpes, ralladuras, grietas o roturas. Éste es, precisamente, el aspecto que centra el trabajo de nuestra empresa. No en vano nuestro lema es: “el mejor seguro es un buen embalaje”.

El eCommerce y las tiendas online han revolucionado el sector del trasporte de mercancías, pues ya no solo debe responder al incremento del volumen de las mismas, sino que tiene que garantizar la seguridad de unos productos cada vez más variados. Alimentos, ropa, objetos de decoración, muebles, cremas o maquillajes, cada objeto necesita un embalaje acorde a sus características, pero todos y cada uno de ellos deben ser de calidad, para que el producto esté protegido durante toda la cadena logística.  Por tanto, si queremos garantizar la eficiencia logística, la competitividad de las empresas y la reputación de la marca, el packaging debe diseñarse para ser atractivo o transmitir una determinada imagen pero también y fundamentalmente, para ser eficiente de cara al aprovisionamiento, envasado, manipulación y el almacenamiento. Es decir, en su diseño debemos tener en cuenta todos los elementos que componen la cadena logística, desde el medio de transporte, la distancia que debe recorrer o el lugar en el que se almacena y que en todos ellos debemos garantizar la seguridad de la mercancía.

 

El diseño del packaging

 

El embalaje de los productos no solo influye en la decisión de compra de los potenciales clientes y con ello de la rentabilidad de la empresa, sino que también es crucial en aspectos relativos al precio del producto o el reconocimiento de la marca. Por ello, el diseño tanto de los envases como del embalaje de los productos, debe ser capaz de proteger la mercancía en todo momento al tiempo resulte atractivo para los consumidores finales. Así, el diseño del packaging debe responder a unos objetivos concretos:

  • Protección. Como hemos dicho es la principal característica que debe de cumplir un buen packaging. Si el producto no llega en perfecto estado, sin golpes, roturas o cualquier otro incidente, de nada servirá que el envoltorio o paquete sea bonito, atractivo o con el más moderno diseño. Por tanto, es fundamental elegir el packaging adecuado a cada tipo de mercancía.
  • El envase también debe proteger el producto una vez que ha llegado a manos el comprador. Debe ser fácilmente manejable y sencillo de abrir para que no se produzcan percances a la hora de manipularlo o abrirlo. Y por supuesto, el paquete nunca puede ser perjudicial para la salud del comprador.
  • Debe ser atractivo. Además de proteger el producto, el packaging debe ser llamativo y atractivo para los clientes y crear una imagen atractiva y positiva de la empresa que los fabrica. Se trata de lo primero que ve un comprador y por tanto, la percepción de éste puede ser determinante a la hora de realizar una compra e incluso de fidelizar al cliente. Hay estudios que concluyen que si el embalaje de un producto no entra por los ojos del cliente potencial, en el 99% de los casos, no lo comprará. En resumen, el packaging debe estimular la comprar del producto final.
  • Protección del medioambiente. La preocupación creciente por la protección de nuestro planeta ha llevado a las empresas a centrar buena parte de sus esfuerzos en diseñar embalajes fabricados con materiales 100% reciclables, que minimicen su impacto medioambiental, sin que se resienta lo más mínimo la seguridad de los productos.

 

En definitiva, el diseño del packaging ha de basarse en las necesidades de los clientes a los que va dirigido, así como en las características del producto transportado y las vicisitudes que puede sufrir a lo largo de toda la cadena logística.

Tipos de packaging

 

Existen diferentes tipos de envases para el transporte, tales como los embalajes plásticos, los de papel o cartón, los de tela o los metálicos, pero si hay uno que ha multiplicado exponencialmente su utilización en los últimos años, éste es la bolsa de mensajería o sobre Courier. Fabricado en plástico y con autocierre de seguridad, su principal característica es que no solo garantiza la seguridad del producto sino que no será abierto ni manipulado desde que se recoge hasta que se entrega al destinatario. La banda adhesiva que garantiza la inviolabilidad del envío es uno de los principales valores de este tipo de embalaje, pero no debemos de olvidar que, además de garantizar la confidencialidad de lo enviado, tiene otras importantes ventajas como su reducido coste, una numeración única o su capacidad de adaptación a casi cualquier producto, ya que existe múltiples medidas de sobres Courier. Por todo ello, esta solución de embalaje ha llegado para quedarse pues aúna economía, confidencialidad, seguridad e imagen de marca.

En resumen, desde ASMEN estamos convencidos de que la protección del bien transportado es la mejor manera de evitar siniestros y por ello, centramos todos nuestros esfuerzos en conseguir un packaging resistente y duradero, que tenga como prioridad la seguridad de los productos que transportamos, para que lleguen de forma óptima a los compradores.

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