El E-commerce se ha disparado desde la declaración del estado de alarma en marzo de 2020.

Ya antes de la pandemia, los consumidores utilizaban cada vez más el canal online para adquirir bienes y servicios y ello estaba repercutiendo en una mayor actividad de los operadores logísticos. Una vez que comenzó el estado de alarma, y las tiendas físicas se vieron obligadas a cerrar, los consumidores se pasaron al canal online para poder seguir comprando los productos que antes compraban en las tiendas físicas. Los datos publicados sobre el volumen total de ventas del comercio electrónico para el segundo trimestre de 2020 (primer trimestre marcado por la pandemia y el confinamiento duro) mostraron un incremento del +0,2% respecto al mismo periodo de 2019. Aunque la diferencia apenas es significativa, lo que sí ha sido relevante es el cambio estructural de los bienes y servicios que los consumidores compraron por internet. Antes del Covid-19, el sector del ocio englobaba caso el 40% de las ventas online (agencias de viaje, operadores turísticos, transporte aéreo y terrestre, hoteles y alojamientos similares, actividades artísticas y cinematográficas, etc.) Estos servicios prácticamente desaparecieron desde el comienzo de la pandemia.

Por otro lado, otros bienes y productos han tenido un comportamiento totalmente diferente, con incrementos considerables si se compara el segundo trimestre de 2020 con el segundo trimestre de 2019:

Estos datos del comercio electrónico, mas allá de su magnitud numérica, enseñan un cambio estructural:

se ha incrementado el numero de consumidores que han accedido al canal online para comprar bienes físicos, lo cual nos dice que una parte de las ventas físicas se trasladó al canal online.

Pero para entender mejor el nuevo paradigma del mercado, se necesita poder estimar qué parte de las ventas físicas van a permanecer en la nube y que parte volverá a las tiendas físicas, una vez la pandemia esté controlada.

Para tener más claridad en este binomio online/offline, se han analizado las ventas del comercio electrónico del tercer trimestre de 2020. El volumen total de ventas se incrementó un 2,5% entre los meses julio-agosto, comparado con el mismo periodo de 2019 y las transacciones superaron los 258 millones. Aplicando el mismo análisis que en el segundo trimestre de 2020, separado los bienes que se pueden adquirir en las tiendas físicas, se ha observado un incremento de 56% en este grupo del volumen vendido a través de internet.

Este porcentaje es menor si se compara con el 90% del T2 2020, y refleja que una parte de las compras de bienes físicos han vuelto al canal físico, pero otra parte se ha canalizado a través del comercio electrónico.